Me lo recomendó un amiguete (Clifford).
Es un cuento corto que destaca la percepción del amor por parte del artista, el poeta, el que lo siente profundamente y está dispuesto a sacrificarse por él, y el que sencillamente solo dice que lo siente, pero no está dispuesto a luchar por él, o incluso le pone condiciones.
¡Qué pena los sacrificios que hacemos por lo que creemos y que no sean valorados por los demás, sobretodo cuando implicamos nuestras energias, recursos, tiempo, etc... y no hay eco!.
El secreto para sacrificarse por una idea, creencia, es el valor que tiene para nosotros, no podemos esperar el agradecimiento o reconocimiento de los demás.
El ruiseñor murió por el amor, pero no inutilmente, le dió sentido a su vida y a su muerte.
Alex Castel
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